Además de los daños que provocan en nuestros bosques y masas de pinos, presentan una particularidad que supone un riesgo para la salud de las personas y de los animales: PRESENTAN PELOS URTICANTES.
Las larvas u orugas de la procesionaria, a partir del tercer estadio de desarrollo, disponen en el dorso de unos pliegues o sacos donde se enconden, agrupados, una gran cantidad de diminutos pelos urticantes de color naranja. Las orugas, además de su actividad tóxica, contienen alérgenos.
En los pelos urticantes hay una sustancia que es histaminoliberadora, por lo que todas las personas que entran en contacto con esta oruga tienen este tipo de reacciones. Además y aunque en menor medida, se han descrito casos clínicos de pacientes que desarrollaron una verdadera alergia a estos similar a la alergia al pólen o alimentos.